Como la mayoría de nosotros, me veo en la obligación, como mínimo moral, de permanecer bajo el arresto domiciliario al que nos ha sometido el dichoso Coronavirus.
Lo bueno es que me ha dado tiempo a poner en funcionamiento uno de los proyectos «olvidados» por falta de tiempo. Ya tengo una impresora 3D en funcionamiento, para poder hacer prototipos rápidos.
Pero con la situación actual, me ha servido para poder colaborar con un par de hospitales y fabricarles unos adaptadores para filtros antivirales que necesitaban. También estoy inmerso en otros proyectos colaborativos frente al COVID-19, que esperemos que den sus frutos o, mejor aún, que no hagan falta.
También me está dando tiempo a diseñar algunos de los trabajos pendientes que tenía, esperando a que esta situación se normalice para poder «sacar viruta» y materializarlos.
Las madrugadas se han convertido, con esto de no poder «sacar viruta», en el momento de ponerme las pilas con otro de los proyectos «olvidados», una pequeña fresadora CNC para poder realizar los grabados, y que aún está en fase de diseño.
Aunque aquí el mérito/culpa es de mi amigo Josema de JML, que me encargó un router CNC para una antorcha de corte por plasma. Y ya puestos matamos dos pájaros de un tiro, que la cinemática y electrónica de ambas máquinas va a ser prácticamente la misma.
Como no podía ser de otra forma, es el momento de dedicar algo de tiempo a hacer cosas pendientes en casa, que nunca se tiene tiempo o se quiere tener. Con suerte, para cuando acabemos con esto del «bicho«, el garaje estará, si no acabado, si listo para poder disfrutar de su espacio.
Tampoco nos olvidamos de disfrutar de momentos de relax en compañía de la familia.
¡Salud y que no decaiga el ánimo!